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EN MI NEBULOSA (Reflexiones desde mi lógica difusa)

Dualidad, incertidumbre y puede que hasta conflictos....

Vuelvo a escribir, dos semanas seguidas ¡¡Creo que es mi propio record!! Le estoy pillando el gustillo a esto de escribir en el blog, que dicho sea de paso, después de dos años ya era hora ¿no? He preferido escribir en el blog antes de seguir leyendo Crepúsculo, con eso lo digo todo... Esta vez que escriba se debe a dos razones principalmente. Primera razón; como dice Mary cuando sales de clase hay que irse corriendo a casa o se te escapan las ideas J Segunda razón, he vuelto a salir de clase con la misma sensación que la semana pasada… ¿con tantas dudas; cuando voy a estar preparada para trabajar de educadora?  Me siento como el niño de la viñeta que decía que tenías ganas de llegar a 4º de E.S.O para saber todo lo que tenía que saber…

Pensé que hoy al llegar a clase hablaríamos, otra vez, sobre el aprendizaje cooperativo y el colaborativo, lo cual me hacía sentir bastante cómoda pues he leído algo más sobre el tema y parece que voy entendiendo las cosas. Pero no, ¡hoy era todo distinto! Mientras estábamos haciendo las dinámicas todo era genial, no tenía dudas porque no me había parado a pensar, al menos a pensar en profundidad, pero ha llegado la explicación del modelo de Perry y ¡zasca! (Me encanta esa palabra pero nunca he sabido cuando usarla hasta ahora, jajaja) Ha sido mi perdición… He estado intentando, durante la explicación,  averiguar en qué fase me encontraba pero no lo he conseguido, tengo que analizarme seriamente porque no creo que haya pasado mucho más allá de un pensamiento dual…  A lo mejor ni he pasado, ¡vete tú a saber! A estas alturas, lo digo abiertamente, yo sigo necesitando muchísimo la ayuda de un profesor. No necesito respuestas pero, al menos, sí que me guíen o por lo menos, me den un material, unas recomendaciones, algo... Esto es lo que me hace pensar que no he avanzado muchos niveles. ¡¡Soy una subdesarrollada intelectualmente!!

En clase me han ido surgiendo muchas dudas pero he llegado a una conclusión, a una conclusión más bien personal. Como ya dije la semana pasada y he repetido esta,  salgo de clase cuestionándome todo. Hoy, he apuntado en mi cuaderno algunas de estas cosas; ¿qué pasas si no llegas nunca a la solución (de un problema que te planteas durante tu aprendizaje)? ¿Qué sucede si nunca pasas a la siguiente fase? ¿Cuántas personas se plantean realmente lo que dicen los expertos? ¿Cuántos profesores están en el nivel más alto de desarrollo intelectual y de esos, son todos capaces de guiarte hasta allí? ¿De qué depende que llegues o no?

El caso es que después de mucho pensar he pensado que todas estas “crisis” que me dan después de cada clase (eso de preguntarme cuando estaré preparada, si esto es de verdad lo mío, etc) y que se traducen en miles de preguntas a lo mejor tienen algo que ver con la manera en que gestiono los conflictos (La historia de Los conflictos viene del curso anterior y está publicado también en el blog  por si alguien no lo entiende). No es un gran descubrimiento porque todavía no veo muy clara la relación pero bueno, puede que la haya y quizás sea por ahí por donde tengo que empezar a reflexionar sobre ese tema.

La primera entrada del curso...

La primera entrada del curso...

Este curso, como todos los cursos anteriores, me he propuesto ser aplicada y llevar las cosas al día  así que creo que ha llegado el momento de publicar algo en el blog…Y que conste que no lo hago porque Iborra me haya dicho que he suspendido por no participar en clase incluso habiendo hecho un dibujo en la pizarra. Creo que ha dicho eso solo porque le ha dolido que le excluya de mi dibujo ;) Solamente escribo para explicar mi sensación de las clases y algunas ideas que me van surgiendo cuando estoy allí.

Lo primero que tengo que decir es que siempre salgo de clase preguntándome si lo mío es de verdad la psicología o la  pedagogía o si hubiera sido mejor ser historiadora que era lo que me gustó siempre hasta que cambié de idea a pocos meses de selectividad.

Con esto no quiero decir que no me guste lo que he estudiado, porque sí que me gusta, pero no sé si estoy preparada. Salgo de clase y estoy segura de que estoy aprendiendo pero termino con mil dudas, cuestionándome todo y preguntándome si algún día llegaré a estar realmente preparada para enfrentarme con un trabajo de educadora.

Hoy, por ejemplo, hablando del aprendizaje colaborativo y del cooperativo me encontraba un poco perdida. Al final no se si incluir el cooperativo dentro del colaborativo o no porque, a mi personalmente, me parecían cosas distintas… tampoco se cuando podré aplicar una metodología colaborativa en el aula porque si tengo que esperar a ser experta en el tema creo que los alumnos me pueden esperar sentados. Me asaltaban más dudas como por ejemplo, Iborra ¿qué es? A veces me parece colaborativo porque nos deja construir el conocimiento y la autoridad y las responsabilidades se comparten pero a veces me parece cooperativo porque nos mira desde fuera y hace como que no colabora, sería como ese muñequito más apartado que he dibujado en la pizarra y que Juanjo definió como un observador… así que mi duda es ¿se pueden ser las dos cosas? También hoy me he preguntado otras cosas, ¿lo que hacen en la escuela de O’Pelouro que tipo de aprendizaje es? ¿Al final trabajar en equipo es cooperativo, colaborativo o sirve para las dos?

En resumen, me paso la clase pensando para luego llegar a casa y no tener nada claro. Leeré los textos que me quedan y repasaré los que había leído, haré anotaciones al margen, resúmenes, esquemas, subrayados…lo que sea con tal de que pueda resolver, al menos, una de todas mis dudas.

 

APRENDER A SER TERAPEUTA

 

¿Por qué estáis leyendo este texto más allá de que sea el tercero en esta serie de textos?

 

Empecé a leer el texto lógicamente por que era una obligación, o lo leía o difícilmente aprobaría la asignatura... aunque la verdad es que el texto desde el principio me pareció realmente interesante, mientras me leía el texto no me salí a la escalera para fumar un cigarro ni me puse a pintarme las uñas ni a mirar el tuenti, como he hecho con otros textos. Como pone Iborra en la primera página es un texto molón, pata negra o como lo queramos llamar.

     

Creo que el texto me gustó porque, desde el principio, la manera de actuar que explica la terapeuta del texto basada en el aprendizaje dialógico me ha recordado a la manera de actuar de nuestro profesor. No se si él se verá identificado con el texto, pero a mi casi todos los aspectos del texto me recordaban a momentos de clase. Un ejemplo concreto; hay una frase en el texto que dice que el docente debe confiar en la capacidad de iniciativa de la otra persona y también en el proceso y en la relación. ¿No es esto lo que hizo el profesor cuando a falta de unas horas nos dejó que decidiéramos como queríamos que fuese nuestro programa de Habilidades Sociales? Aunque el día de antes aún no sabíamos exactamente lo que íbamos a hacer y muchos hubiéramos agradecido un consejo él no dijo nada, confío en nosotros, en nuestra capacidad de improvisar y sacar las cosas adelante.

 

El texto me ha servido para entender, al menos un poco, la dinámica de la clase, aunque ya hayan terminado, y creo que por eso me ha gustado realmente, porque he comprendido que todas las cosas que hemos hecho, la manera de actuar del profesor y otros aspectos que no terminaba de entender tenían un sentido

 

¿Qué ventajas e inconvenientes crees que tiene lo que plantea el autor? ¿Estás de acuerdo o no? ¿Te gusta o no? ¿Por qué?

 

Las ventajas y las inconvenientes de esta manera de entender la terapia, la educación o el aprendizaje, a mi parecer,  son las mismas que va planteando la autora en el texto al describir el aprendizaje dialógico  y que iré explicando a continuación.

 

Anderson explica que el objetivo del docente no es exportar lo que sabe ni suministrar una receta para hacer terapia, ni decirle al estudiante que hacer sino dar al estudiante la oportunidad de incorporarse a una indagación compartida. Esto podría verse, según el docente que tenga que aplicarlo, como ventaja o como inconveniente. Creo que para cualquier profesor resulta mucho más sencillo llegar a su aula y dar una lección magistral que tratar de que sean sus alumnos los que construyan su propio aprendizaje. Quizás es más fácil pero, en mi opinión, menos productivo. Si el profesor, terapeuta o educador es la fuente universal de conocimiento el alumno nunca aprenderá por si sólo y como leí en algún lugar que no recuerdo “la meta última de todo maestro es volverse innecesario”. El profesor debe guiar al alumno pero ir retirando poco a poco su ayuda para que el alumno termine autodirigiendo su propio proceso de aprendizaje.

 

Otro aspecto que puede verse tanto ventajoso como todo lo contrario es la incertidumbre de este modelo.  El docente siempre debe “poner en suspense” sus discursos profesionales, estar abierto a examinar y a ser examinado, lo cual no debe ser fácil. Estar abierto a cuestionamientos siempre hace que las clases puedan ser más flexibles, se adecuen mejor a las necesidades de los alumnos, nos hagan ser personas más humildes, etc.

 

Hay muchos más aspectos que se podrían comentar pero no es momento para hacer un análisis exhaustivo de todos ellos. En líneas generales esta manera de entender la terapia y la educación me parece muy útil y ante todo, novedosa. Creo que tiene aspectos muy positivos que hacen que pueda ser aplicada en muy distintos contextos, educación formal tanto infantil como primaria, secundaria, en la universidad, en educación de calle, en terapia, en procesos de reinserción social, etc.

 

¿Coincide la filosofía de este texto con una dimensión técnica de la enseñanza? ¿Por qué?

 

No estaba muy segura de saber lo que era la dimensión técnica de la enseñanza por lo que he tenido que recurrir a un libro de Mª Josefa Cabello Martínez que tuve que comprarme cuando estudiaba educación social. Aún así sigo sin saber muy bien si la pregunta se refiere a los intereses o paradigmas de la educación.

 

Según la bibliografía consultada existen tres paradigmas de investigación social y educativa o de racionalidad que serían el técnico o tecnológico, el hermenéutico o práctico y el sociocrítico o emancipador. No sé decir si la filosofía del texto coincide con una dimensión técnica o no aunque me parecería que si esta filosofía se aplicara a la educación debería ser desde una perspectiva emancipadora pues el fin  de la educación debe ser transformar la sociedad, formar a nuestros alumnos para que sean capaces de analizar reflexivamente y permitir su libertad y autonomía.

 

¿Encuentras alguna aplicación profesional de este texto? ¿Encuentras conexión con la asignatura de Dificultades de Aprendizaje? ¿Y con Habilidades Sociales?

 

La filosofía del texto podría ser aplicada a su labor profesional por  cualquier docente y no sólo por un terapeuta por lo que me parece que si habría aplicaciones profesionales del texto. Aunque bien es cierto que un maestro, educador, terapeuta o domador de fieras con leer únicamente este texto no creo que fuera capaz de seguir esta filosofía tan novedosa pues aunque está todo explicado bastante claro habría que formarse adecuadamente porque si no el modelo se puede pervertir y terminar siendo una auténtica anarquía.

 

El texto podría relacionarse casi con cualquier asignatura que nos propusiéramos, o al menos a mí me lo parece así, pero intentaré concretar en que aspectos se pueden  relacionar más con las dificultades de aprendizaje y las habilidades sociales. Hay una frase del texto que puede relacionarse claramente con las dificultades de aprendizaje. Dice exactamente “los terapeutas tienden a valorar en demasía la formulación temprana de diagnósticos…. El saber - bajo la forma de un diagnóstico del DSM IV -  puede hacer que el terapeuta  actúe de tal modo que lo confirme”. Este aspecto me parece muy importante. Si hay algo que me da miedo de empezar a trabajar como orientadora es tener que diagnosticar, se lo he comentado varias veces a mis compañeras. Probablemente una de las cosas más comunes a las que me tenga que afrontar son dificultades de aprendizaje. ¿Qué pasa si pienso que un niño es disléxico, por ejemplo, y mi diagnóstico es equivocado? ¿Cómo puedo evitar que mi idea de lo que el niño tiene influya en el diagnóstico? Esta idea del texto creo que es fundamental para la asignatura de Dificultades de Aprendizaje, no prejuzgar.

 

En cuanto a la asignatura de Habilidades Sociales creo que podría relacionarse con varias ideas. Si en algún momento nos encontramos ante un grupo con el que tenemos que trabajar habilidades sociales  creo que la postura que adopta esta terapeuta puede ser muy útil a la hora de trabajar habilidades sociales. Ser humilde, no darse demasiada importancia, consultar las opiniones de los consumidores, ofrecer un ambiente de libertad, etc., son factores que pueden crear un buen clima a la hora de trabajar habilidades sociales como la resolución de conflictos o  la empatía. Otra ideas se expone al final del texto es que el terapeuta debe mantener la sincronía con su cliente. Esto podría relacionarse con la clase trabajamos la clase el tema de la sintonía.

 

LA TRANSICIÓN, CLAVE DEL RELATO

¿Cuál crees que es el tema principal de este capítulo?

 

Me ha costado entender este texto, no lo voy a negar… reconozco que no se muy bien por dónde pillarlo. Me costó desde el principio, no quería leerlo porque n o me gustaba el título y tuve que leer tres o cuatro veces la primera página. La leía pero me entraba sueño y lo dejaba tirado. Como dice el propio texto, la secuencialidad extensa de los sucesos hace perder el sentido de urgencia. Al final, bastante tarde, no me quedó más remedio que leerlo, me gustará o no su título. Como ya hemos dicho alguna vez, ¡qué malo es leer algo obligado!

 

Tras esta pequeña introducción que creo que servirá para entender que si no respondo bien a las preguntas, es en parte por que no estaba muy animada a leer el texto, empezaré por el principio, por el tema principal del texto.

 

El texto trata, como índica el propio título, sobre la transición. Podemos entender la transición como el transcurrir del tiempo, como el momento de unión o nexo entre sucesos que fluyen con naturalidad. La transición sucede aunque no nos demos cuenta.

 

Lo notemos o no, los sucesos fluyen y cambian. Cualquier acontecimiento tiene “flechas que apuntan al futuro”, opciones o caminos que tomamos y que influyen en la transición de un suceso a otro pues tienen consecuencias a corto o largo plazo.

 

El paso de un suceso a otro, la transición y nuestra manera de abordarlos, la secuencialidad que seguimos es el tema principal del texto.

 

¿Cuál crees que es su conexión con la asignatura? ¿Hay alguna clase que esté más relacionada con el contenido del capítulo? ¿Por qué?

 

A medida que iba leyendo el texto intentaba relacionarlo con la asignatura. Intentaba recordar qué habíamos trabajado en clase, con el tema de la sintonía, el de la burbuja, el programa con los de INEF… Normalmente relaciono todas las ideas con otras, hasta de las ideas más incoherentes suele surgirme algo pero de este texto no me surgía nada relacionado con las clases. ¡Vaya quebradero que cabeza!

 

Relacionaba el texto con mi momento de angustia, de mi transición del mundo de los niños al mundo de los adultos, con mi complejo de Peter Pan. Relacionaba el texto con el final de las clases, con el final de carrera, con los últimos momentos de carrera pero no era capaza de relacionarlo con las habilidades sociales.

 

Sólo en un momento puntual del texto me surgió una idea relacionada con lo trabajado en clase, por eso he unido dos preguntas en una… porque al responder a una contesto a la otra y viceversa. Relacioné el texto con un tema trabajado debido a una actividad puntual. ¿Podría relacionarse la transición y la secuencialidad con la resolución de conflictos?  No lo sé, la verdad.

 

Explico por qué pensé esto. Cuando trabajamos la resolución de conflictos hubo varias actividades. En todas ellas teníamos que pensar qué sucedió en un primer momento, es decir por qué nos enfadamos, de dónde surgió el conflicto y después pensar cómo nos sentimos y como se solucionó. Pensé al leer el texto y la historia de las flechas hacia el futuro que al reflexionar sobre conflictos pasados se revisa la linealidad del suceso, es decir, al rememorar los conflictos eres más consciente de las consecuencias de tus actos y de cómo surgen los sucesos, del tiempo que transcurre entre ellos y lo ves como un todo integrado y no como acontecimientos aislados sin relación. Incluso a mí que me costó pensar en un conflicto (y encima el que elegí está aún mal resuelto), revisar cómo sucedió me sirvió mejor para comprender los hechos y sus consecuencias.

 

¿Con qué modelo crees que guarda más relación y por qué?

 

En un principio pensé no contestar a esta pregunta, omitirla y hacer como que nunca hubiera existido. Es una cosa que suelo hacer cuando no quiero o no contestar algo. Pero luego pensé “¿para qué si el profesor lo va a notar?” No quería contestarla porque no se de qué modelos estamos hablando lo cual me lleva a pensar que no he conectado muy bien el texto con la asignatura, cosa que ya intuía antes de llegar hasta aquí. Se que hay otras compañeras que tampoco sabían a qué modelos se refería esta pregunta así que a lo mejor debería hablar con ellas a ver que han decidido hacer o si han resuelto sus dudas.

A la vista de que no se contestar esta pregunta no voy a escribir más, sólo quiero hacer una petición. Iborra por favor, ¿me podrías decir con qué modelos se relacional el texto y porque nos lo pones? ¿Con qué contenidos de la asignatura tiene que ver todo esto? Estoy muy perdida…

 

 

 

DIFICULTADES DE APRENDIZAJE ¿Y QUÉ MÁS?

¿Cuál es en tu opinión ese “más” del que habla el autor en el título del capítulo?

 

El autor comienza hablando en este capítulo del enfoque científico que se ha utilizado tradicionalmente  para estudiar las dificultades de aprendizaje y la problemática que éste presenta, así como su escasa relevancia para el profesorado.

 

El autor explica que es necesario ampliar la investigación porque ciertas variables como la inteligencia, el medio social, las anomalías neurológicas… ya han sido ampliamente estudiadas pero existen “otros aspectos subyacentes” que están aún por debatir. Esas primeras variables ya estudiadas son lo que comúnmente conocemos como dificultades de aprendizaje y los aspectos subyacentes son ese “más” del que se habla en el título.

 

¿Pero cuáles son los aspectos subyacentes a las dificultades de aprendizaje? Para mí, esos aspectos pueden definirse a través de una frase que aparece en el texto. “En el caso de los niños con dificultades lectoras quizá el hecho más obvio es que el niño es un individuo con esperanzas y temores, expectativas y decepciones, capacidades y lealtades”.  En los estudios científicos no se contempla el objeto de investigación como sujeto, como persona, por lo que estos factores suelen pasar desapercibidos.

 

Aún considerando estos aspectos, hay otros factores que debemos tener en cuenta a la hora de tratar las dificultades de aprendizaje. Basándonos en el presupuesto básico de Jackson y sus colaboradores, que aparece en el texto, las personas importantes para el niño que tiene dificultades de aprendizaje y su relación con ellas es otro aspecto subyacente que no se debería pasar por alto.

 

Por todo lo dicho, si se quieren trabajar las dificultades de aprendizaje debemos cambiar el estilo de la investigación. Tal y como se comenta en el texto se debe invitar y animar al niño, de un modo estructurado, a explicar sus puntos de vista sobre la vida y sobre su relación con las personas importantes para él.

     

Esta última idea guarda mucha relación con la última clase de la asignatura ya que como pudimos ver las dificultades de aprendizaje guardaban mucha relación con cómo se siente el niño que las sufre y a veces, indagando en ese aspecto, por ejemplo a través del dibujo y su significado, podemos mejorar el rendimiento del niño con el beneficio que ello presenta para su estado emocional.

 

Por lo tanto, ese más del que se habla en el título serían todos los aspectos que pueden influir en los niños que presentan dificultades de aprendizaje; sus valores, expectativas, la relaciones con sus iguales, sus padres, el clima de su clase, cómo es tratado por los profesores, etc.

 

¿Guarda relación este capítulo con el tema introductorio de la asignatura en relación a la definición amplia o restringida de las D.A? ¿Por qué? ¿Y con el texto de Pennac?

 

Tal y como vimos al principio de la asignatura existen dos concepciones distintas a la hora de entender las dificultades de aprendizaje. Por un lado encontraríamos una concepción restringida de las DA. Esta concepción considera que las dificultades de aprendizaje se deben a factores intrínsecos de la persona. Por otro lado encontraríamos lo que llamamos concepción amplia ya que tiene en cuenta tanto los factores intrínsecos de la persona. Estos factores intrínsecos se producen por una desventaja cultural, académica, falta de oportunidades, una instrucción inadecuada, etc.

 

En el texto de “Dificultades de aprendizaje ¿y qué más?” se habla también esas dos visiones aunque no las denomine como tal. Cuando el autor habla del enfoque científico dice que la utilización tradicional de éste tiene en cuenta múltiples variables como la inteligencia, anomalías neurológicas, dificultades preceptuales, etc. estas variables podríamos considerarlas como factores intrínsecos de la persona y si sólo tuviéramos éstos en cuenta estaríamos hablando o trabajando desde una visión restringida de las dificultades de aprendizaje.

 

 Sin embargo, el autor comenta que existen otros aspectos subyacentes que normalmente no se trabajan en ese enfoque científico.  Esos aspectos subyacentes podrían ser los valores, emociones y expectativas del niño con dificultades de aprendizaje, la relación que mantiene con las personas importantes para él, etc. si consideramos que las dificultades de aprendizaje se deben también a estos aspectos subyacentes de los que habla el autor estaríamos viendo las dificultades de aprendizaje desde una concepción amplia.

 

El texto de Pennac, que habla sobre la falta de motivación de muchos jóvenes hacia la lectura,  también podríamos relacionarlo con estas dos concepciones pues desde una concepción restringida de las dificultades de aprendizaje no podemos considerar este problema (la falta de motivación) como una D.A, porque no hay nada biológico, ningún factor genético que impida que el niño lea, aunque parece que si se mira desde una perspectiva amplia si que lo podemos considerar una dificultad, puesto que es sin duda un factor que puede impedir o, al menos,  obstaculizar el buen aprendizaje del niño.

 

“La conducta es en sí misma una comunicación, una confirmación o desconfirmación de los puntos de vista ajenos sobre nosotros mismos, o una solicitud de confirmación o desconfirmación” En tu opinión, ¿qué relación tiene esto con las D.A?

 

Jackson y sus colaboradores al afirmar que “la conducta es una comunicación, confirmación o desconfirmación de puntos de vista ajenos sobre nosotros mismos” hacen que el aprendizaje también se pueda considerar como una conducta. Estas conductas dependerán de las personas que nos rodeen y que consideremos importantes pues son de ellos de quienes esperamos confirmación o desconfirmación.

 

Desde este punto de vista, en el aprendizaje de la lectura, al igual que en otros aprendizajes, influyen las personas importantes para el lector o neolector y las opiniones que éstas tengan sobre él y su proceso de enseñanza y aprendizaje.

 

Por lo tanto, se verían las dificultades de aprendizaje desde una concepción amplia ya que no se deberían únicamente a factores intrínsecos, sino que también sería posible que un niño presentara una dificultad lectora porque tiene una mala relación con sus compañeros de clase y esto le influye negativamente, por poner un ejemplo cualquiera.

 

Si consideramos esto cierto, desde esta nueva perspectiva el maestro o el educador del niño con D.A juegan un papel fundamental. Ya no son los psicólogos exclusivamente los que tienen que  pasar pruebas al niño para ver porque no progresa sino que los maestros o educadores, al estar mucho más cercanos a la realidad del sujeto, pueden descubrir por sí solos de dónde viene el problema para intervenir directamente sobre él para solucionarlo rápidamente.

MAÑANA SERÉ LIBRE

 

Estoy segura de que cuando Eleuterio Sánchez, El Lute, escribió esas tres palabras no quería expresar lo mismo que quiero expresar yo hoy. Pero es una bonita frase y tanto para el Lute como para mí “mañana seré libre” significa decir que termina una etapa y empieza otra, implica un cambio, un gran cambio.

 

Mañana seré libre porque es el último día de clases, el último día de carrera, el último día de muchas cosas. Probablemente mañana al pensarlo me echaré a llorar como una niña pequeña por varias razones. Primero porque se acabaron los buenos momentos, las risas con las amigas (ya no son sólo compañeras), las “meriendas” en clase, los records en el ascensor, las clases interminables y los profes aburridos (no va por ti aunque escriba esto para tus asignaturas). Segundo, pero no por ello menos importante,  aunque mañana seré libre, también mañana me haré mayor y ¡¡¡ no quiero crecer!!! Yo y mi eterno complejo de Peter Pan… Puedo parecer una inmadura al decir esto, de hecho creo que lo soy, pero aún no quiero enfrentarme a la vida real. Prefiero seguir viviendo en mi nube, en mi castillo imaginario siendo aún una princesa. Pero no es posible, pronto tendré que empezar a buscar un trabajo digno, a ahorrar dinero para comprarme una casa… En definitiva, pronto tendré que empezar a cuidar de mí misma, a volar del nido con lo bien que estoy allí.

 

Pero ser libre también tiene sus ventajas y he aquí lo que yo quería decir y es que, a partir de mañana tendré más tiempo para trabajar las asignaturas porque la verdad es que no he tenido mucho o no he sabido aprovecharlo, probablemente sea eso. Así que empezaré a leer los textos y a hacer bitácoras.

 

Y ya sólo me queda una última cosa que decir. Perdón profe…(profe suena a cole pero a mí me gusta el término). Perdón por haberte ignorado a veces mientras explicabas, por haber estado riéndome en clase, por haberme dedicado horas enteras a comer pipas, por jugar con la gente de clase mientras hablabas, por haber estado mirando a las musarañas mientras intentabas decir algo pero es que mi atención se dispersa y yo, en el fondo, aún soy una niña.

 

 

 

La mujer sin conflictos

Llevamos dos semanas en clase de Habilidades Sociales tratando el tema de los conflictos, más bien la resolución de éstos. Para ello hemos utilizado dos técnicas diferentes, el meta espejo y la línea del tiempo.

 

Para realizar estas técnicas cada persona tenía que pensar en un conflicto que luego tendría que analizar. El caso es que los dos días he tenido el mismo problema… ¡no tengo conflictos! El viernes una de mis compañeras, al oírme decir esto, le ha preguntado al profesor si no tener conflictos suponía tener un conflicto. Es decir ¿no tener conflictos es un conflicto?

 

La siguiente clase estuve pensando en eso. Creo que el problema de que no encuentre conflictos radica en la idea que tengo yo de conflicto. Según la RAE un conflicto es  un apuro, una situación desgraciada y de difícil salida o bien un problema, cuestión, materia de discusión. En otra acepción más psicológica define el conflicto como la coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.

 

Si considero un conflicto como una cuestión o una materia de discusión claro que tengo conflictos, como todo el mundo puesto que siempre hay pequeños roces con otras personas. Pero yo entiendo el conflicto como algo más serio, como discusión en la que se dan voces, la gente se enfada mucho y que no se arregla así porque sí. No es una definición técnica pero es la mía… El caso es que tal y como yo entiendo el conflicto no tengo conflictos. Ahí va un ejemplo de algo que puede parecer un conflicto pero para mí no lo es.  El viernes por la noche mi novio y yo habíamos quedado con unos amigos. Mi hermano y su novia también se venían y como aún no tienen coche mi novio y yo quedamos en que los íbamos a buscar a las 22:45 porque con el resto de la gente habíamos quedado a las 23 horas. Cuando llamé a mi hermano para que bajara a la puerta de casa me dijo que les quedaban cinco minutos, que estaban cenando. Pasaron veinte minutos hasta que bajaron. En el transcurso les llame tres veces histérica para que me bajaran, porque estaba harta…¡hasta amenacé a mi hermano con pegarle y eso que me saca una cabeza! Cuando bajaron yo estaba muy enfadada y aunque me pidieron perdón yo no quería hablar con ellos pero a la media hora ya se me había pasado. Yo no pienso que esto sea un conflicto aunque la RAE si lo consideraría como tal. Para mí es una rabieta, un mosqueo que al rato se pasa, aquí paz y después Gloria.

 

Así que cuando el profe nos dice en clase que pensemos en un conflicto no se muy bien a qué se refiere, si a una simple discusión o a un enfado monumental, de los que te duelen de verdad. Supongo que como ya hemos hablado en clases anteriores todo depende de la importancia que queramos dar a las cosas y para mí una pequeña discusión no tiene importancia, no por discutir un día con una persona debemos pensar que tenemos un conflicto con ella sino pensar que a lo mejor no es su mejor día.

 

 

COMO UNA NOVELA

Mientras estaba leyendo el texto de Daniel Pennac “Como una novela”  una imagen venía una y otra vez a mi cabeza… La imagen de mi madre leyéndome cuentos por la noche cuando yo era pequeña. Creo que, como dice en alguna parte del texto, ella siempre me leía el mismo cuento. Recuerdo esos momentos como si no hubiera pasado el tiempo. Mi madre, unos años después, hizo lo mismo con mi hermano. Sentarse todas las noches a leer cuentos. Otro cuento distinto, tal vez. Con los años, fuimos creciendo y mi madre tiene, por fin, tiempo para leer sus propios libros. Lee casi cualquier cosa que cae en sus manos; cualquier relato, novela o cuento que hace que pueda trasladarse a tierras y tiempos remotos y olvidarse por un rato de la monotonía del hogar y de la familia, es lo que se llama en el texto “la paradójica virtud de abstraernos del mundo para encontrarle un sentido”.

 

Yo intento, a veces, abstraerme del mundo. Busco libros que me hagan olvidar de la universidad, de los problemas cotidianos. Es una necesidad. Concibo la lectura como un placer, siempre y cuando esta no sea obligada. Un ejemplo, hace un par de noches empecé a leer el texto “Como una novela”. Cuando iba por la mitad y me estaba quedando ya dormida decidí dejarlo para el día siguiente. En cambio, no me puse a dormir sino a leer uno de los libros que hay en mi mesilla. No hago la misma lectura de una cosa que de otra. Leo el texto de Pennac porque nos lo recomendó el profesor y aunque es un texto interesante, la idea de leerlo no surge de mí. No se si se está entendiendo lo que quiero expresar….

 

Mi hermano, en cambio, no parece tener la necesidad de abstraerse, de viajar a otros mundos. Debe estar cómodo en el suyo. Es de los jóvenes de los que habla el texto, no le gusta leer o tal vez, ha perdido el placer de leer.  Según el autor si el placer de mi hermano sólo se ha extraviado es fácil de recuperar. Debería venir Pennac a mi casa a buscar el placer por la lectura de mi hermano, a ver si lo encuentra él… Sus profesores, mi madre y yo siempre le hemos insistido mucho con la lectura, le hemos repetido una y mil veces que debería leer, que así mejoraría sus faltas de ortografía, que hay libros muy interesantes que no son nada pesados... pero no ha funcionado. A lo mejor ahí estaba nuestro error, la lectura se terminó convirtiendo para él en una pesada condena. Creo que, a parte de cuentos infantiles, el único libro que ha terminado de leer es Rebeldes, de Susan E. Hinton. Se lo mandaron leer hace dos años en el instituto y parece que ese libro, supongo que por su temática, le motivó algo, no se decir exactamente cuanto.

 

Desde ese momento, parece que poco a poco, va leyendo algo más. Empezó a leer Forest Gump, El sillmarillion, Amarse con los ojos abiertos, Ensayo sobre la ceguera, etc. pero tampoco los terminó. Cuando llevaba unas cien páginas los dejaba tirados por el salón para ver si a otra persona le interesaban más que a él. No se si tomarlo como un pequeñísimo avance o como otro estrepitoso fracaso.

 

Estas navidades nos volvió a sorprender. ¡Nos pidió que le compráramos dos libros para Reyes! Dos libros que a él, por lo que estudia, le interesaban: “Fashion food” y “El secreto de los pucheros”. Así que nosotras, entusiasmadas, le compramos esos dos libros y además, otros dos de recetas de la editorial Larousse por que el siempre nos comenta que su enciclopedia gastronómica es muy buena. En casa están, muertos de risa… Al igual que la colección de libros de cocina de autor que hemos coleccionado para él con un periódico y que terminara leyendo mi madre.

Por todo esto que he contado leer “Como una novela” era como estar en casa; los padres intentan que el hijo lea sin conseguir resultados, ellos le han apoyado desde pequeño y se han llevado muchos disgustos por este tema por lo que, a veces, desesperados ya,  culpan a la tele, a la Play Station, a la Nintendo DS pero saben que si el niño no lee no es por eso.

 

Y yo sigo pensando en qué voy a hacer el día que, como psicopedagoga, unos padres me digan que no saben que hacer para que su hijo lea, que lo han intentado todo… Porque la verdad es que, cuantos más años llevo en la universidad, más me doy cuenta de todo lo que me falta aún por aprender. Tendré que decirles lo que llevo aprendido hasta ahora, que puede resumirse en lo siguiente. Desde una concepción restringida de las dificultades de aprendizaje no podemos considerar este problema como una D.A, porque no hay nada biológico, ningún factor genético que impida que el niño lea, aunque parece que si se mira desde una perspectiva amplia si que lo podemos considerar una dificultad, puesto que es sin duda un factor que puede impedir o, al menos,  obstaculizar el buen aprendizaje del niño.